El congreso de psiquiatría legal de este año que acaba de celebrarse en las Palmas de Gran Canaria ha sido un gran éxito, no solo por el elevado número de profesionales que han acudido, sino también por la calidad de los ponentes elegidos y el acierto del formato de taller con casos prácticos (teoría+caso práctico). Mis felicitaciones a los organizadores.

Pero sobretodo, quiero resaltar que me he quedado impresionado por el caso Romanones presentado el sábado. Se trata de una falsa denuncia a un grupo de religiosos por supuestos abusos sexuales.

El abogado penalista de Málaga que llevó el caso de la defensa, D. Javier Muriel Navarrete, comentó que perdió clientes por defender este caso… que al principio nadie le hablaba en la sala del juicio… el tratamiento de la noticia por los medios de comunicación, dando por hecho de forma implícita y antes del juicio que los abusos habían sucedido … posiblemente en este momento, la mayor parte de la sociedad hubiéramos dado por hecho que se trataba de un caso más de pederastia en la Iglesia. Por otro lado, la importancia de la labor del perito (en este caso D. Alfredo Calcedo Barba) para arrojar luz sobre los hechos y calibrar la importancia relativa de los tests, a menudo peligrosamente sobrevalorados.  Para finalmente poder demostrar que se trataba de una denuncia falsa. 

El abogado, D. Javier Muriel, no lo tuvo nada fácil para desmontar el relato de la falsa víctima, apoyado por la opinión mediática del momento, pero el trabajo y profesionalidad de D. Javier Muriel hizo posible poner blanco sobre lo que antes era negro. Supongo que este es el trabajo de un abogado y no le darán ningún premio por ello, pero la trascendencia que supone para la sociedad el poder hacer justicia es inmenso y sobretodo seguir adelante con el caso cuando el sentir general de la sociedad estaba en contra. 

Me recuerda en cierto modo esa película protagonizada por Gary Cooper “Solo ante el peligro”, donde el sherif, abandonado por el pueblo, tiene que enfrentarse solo a una banda de asesinos. En este caso un abogado solo, ante la presión contraria de una opinión general que había dado crédito a un relato falso.

Aunque ya excede el objeto de esta noticia, me pregunto si los medios de comunicación se preocuparon de escuchar la opinión y el sentir del supuesto acosador, antes y ahora la verdadera víctima. 

Comentario personal: MH